El currículo de Bin Laden no admite ni un mérito más: Bill Clinton se refirió a él como el enemigo público de América número uno; su nombre figura en la lista de los 10 criminales más buscados por el FBI, y el Departamento de Estado de Estados Unidos le acusa de financiar las actividades terroristas de los grupos islámicos más radicales. |
El terrorista Osama bin Laden ostenta el dudoso honor de ser el cerebro de los brutales atentados contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania el 7 de agosto de 1998, que se saldaron con 258 muertos y miles de heridos. |
En 1995 la CIA
denunció su implicación en un complot para asesinar al presidente egipcio,
Hosni Mubarak, que fue desarticulado antes de que se llevara a cabo. Asimismo, se sospecha
su participación en la bomba que estalló en el World Trade Center en febrero de 1993, en
operaciones fallidas para asesinar al presidente Bill Clinton y al Papa, y en ataques
contra las fuerzas norteamericanas desplegadas en Arabia Saudí y Somalia. Su fortuna personal, calculada en más de 300 millones de dólares (328 millones deeuros, unos 55.000 millones de pesetas), ha servido para financiar campos de entrenamiento para terroristas en Sudán, Filipinas y Afganistán y, según el Departamento de Estado americano, para enviar tropas de guerreros |