Las cigüeñas blancas son, indudablemente, las aves más representativas de Extremadura.Vecinas y amigas del hombre, son testigos de la historia y adorno vivo de la arquitectura en las ciudades monumentales de Cáceres, Plasencia y Trujillo; en pueblos como El Gordo -con el sobrenombre de "pueblo de las cigÜeñas"- en Alcántara, Brozas, Garrovillas o Malpartida; en el famoso acueducto romano de Mérida; en las iglesias, palacios y conventos de Zafra, Llerena, Jerez de los Caballeros o Fregenal de la Sierra.
Extremadura es tierra de cigüeñas. Cigüeñas blancas, presentes en todos los paisajes: en los pinares del Tiétar, en las dehesas del Parque Natural de Cornalvo, en el original entorno granítico de Los Barruecos...
Y cigüeñas negras, tímidas y esquivas, acantonadas en los altos riscos del Parque Natural de MonfragÜe, uno de los mejores refugios de esta especie escasa y amenazada en Europa.