Las Llanuras
Extremeñas


Llanos de Cáceres A través de los siglos, la agricultura y laganadería han moldeado el aspecto de las llanuras extremeñas, creando amplios espacios abiertos, en los que la Naturaleza convive en armonía con los aprovechamientos tradicionalesde la tierra.

La historia de este paisaje está ligada a La Mesta, la poderosa organización de la transhumancia, y a las órdenes militares de Alcántara y Santiago.

Los llanos de Extremadura son un refugio de vital importancia para la Avutarda y otras aves esteparias, en grave declive a nivel mundial.

Torre de la Higuera La Ruta comienza en los Llanos de Cáceres, extensa meseta de pizarras y granitos, de la que emergen las ciudades monumentales de Cáceres y Trujillo, y grandes pueblos adornados por las cigüeñas, como Alcántara, Brozas o Garrovillas.

Por las rutas seculares de la transhumancia, en el extremo de la Cañada Real Leonesa, se alcanzan las llanuras de La Serena, al Este de Badajoz, una de las principales zonas de pastos de invierno de las ovejas merinas de La Mesta.

En los Llanos del Guadiana, la Ruta discurre a lo largo de la frontera "la raya" de Portugal, marcada por el río aguas abajo de la ciudad de Badajoz.

Al sur de la región, la Ruta termina en las fértiles tierras agrícolas de La Campiña, que comprende las comarcas de Zafra, Llerena y Azuaga.