Alemania

Alemania, confederación de naciones germánicas compuesta de pueblos que habitaban ambas riberas del Rhin. Fueron vencidos por Claudio el Gótico en 269, por Probo en 276 y por Juliano en 355 y 360. Trataron de establecerse en la Galia, pero fueron derrotados en 496 en la batalla de Tolbiac.

A partir de Carlomagno que agrupó las tribus que poblaban el territorio a principios del siglo IX, se puede hablar de Alemania. En la Edad Media se dividió hasta que Otón el Grande fundó el Sacro Imperio Romano Germánico. Diversas dinastías rigieron el país, sucediendo a la Casa de Sajonia, las de Franconia y Hohenstaufen. La posición de los príncipes se fue afianzando hasta ellos elegían al rey. El Imperio llegó a su máximo esplendor con la coronación de Carlos V.

Este auge duró hasta que el amplio movimiento de la Reforma, que trajo consigo la Guerra de los Treinta Años (1618) y la de sucesión al trono de España (1701) vino a desmembrar el Imperio a lo que sumó los problemas derivados de la Revolución francesa. En 1806, el emperador de Austria renunció a la corona imperial, creando la Confederación del Rhin, y después la Confederación Germánica.

En el Tratado de Versalles se reconstruyó el Imperio Alemán pasando la capital de Viena a Berlín. El primer soberano fue Guillermo I de Prusia. Alemania se convirtió en una gran potencia industrial y militar, despertando los recelos de Francia e Inglaterra hasta culminar con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) con resultados desastrosos para Alemania.

El emperador Guillermo II hubo de abdicar, proclamándose la República de Weimar. Las humillantes condiciones que el Tratado de Versalles impuso al pueblo alemán fueron, las causas de unas elecciones que dieron el triunfo y el poder al Partido Nacional socialista, liderado por Adolfo Hitler, que desarrolló una política de partido único, militarista, racista y de expansión territorial, que terminó con una nueva derrota para Alemania provocando su división de acuerdo con los países ocupantes de su territorio.

Se firmaron en París los acuerdos internacionales sobre la terminación del régimen de ocupación de la R.F.A., por lo que fueron retiradas del país las tropas estadounidenses francesas e inglesas. Con Francia se llegó a un acuerdo definitivo en virtud del cual la R.F.A. recuperaba la soberanía política sobre aquel territorio. Se estableció el servicio militar obligatorio y se creó el nuevo ejército alemán. Al perder la mayoría parlamentaria la Unión Cristianodemócrata La R.F.A. fue admitida en la O.N.U.