Los primeros habitanes de Dinamarca fueron fineses; después de ellos, ocuparon el país pueblos de raza celta; y más adelante, los godos.

En el siglo IX este pueblo unido con los noruegos y suecos fue conocido en el Norte de Europa con el nombre genérico de normandos. De los siglos XI al XIII comienza el poderío de los daneses que llegaron a dominar toda la costa del Báltico, hasta el golfo de Finlandia, y sometieron a Inglaterra. Noruega fué incorporada a la Corona; tras una campaña, quedó conquistada Suecia que recobró su independencia con Gustavo Vasa, y sólo Noruega quedó unida a Dinamarca hasta que se incorporó a la corona de Suecia al ser denotados los daneses en la Guerra de los Treinta Años.

Durante la Segunda Guerra Mundial fue invadida y ocupada por Alemania. Dinamarca volvió a quedar libre y dueña de sus destinos como antes. En 1953 fue aprobada en Dinamarca una nueva constitución, por la cual podía ocupar el trono una mujer, que ocurrió en 1972 al suceder al rey Federico IX su hija Margarita II.