España

Entre los siglos IX y VIII a.C. los celtas se fueron asentando en el centro y el oeste de la península ibérica. En los siglos VI y V a.C., se desarrolló al sur de la península, la cultura íbera. La fusión de estas dos culturas dio origen a los que se conocen como pueblos celtíberos, que fueron sucesivamente colonizados por los fenicios, los griegos y los romanos.

La desaparición del imperio romano coincide con la expansión del cristianismo fundamentalmente con las invasiones de pueblos germánicos que asolaron Europa y culminaron en la península ibérica con el asentamiento de los visigodos, que impusieron su autoridad durante los siguientes tres siglos.

La península fue invadida por los árabes, dando comienzo a ocho siglos de dominación musulmana. Los descendientes de los visigodos, concentrados en el norte del territorio, se fueron organizando en reinos (Castilla, Cataluña, Navarra, Aragón, León, Portugal), y realizaron un lento proceso de unificación que se consolidó en su lucha contra los árabes.

Los árabes llamaron Al-Andalus a las tierras del sur de la península ibérica. Al-Andalus alcanzó su apogeo sus ciudades se desarrollaron prósperas gracias al activo comercio con Oriente. se produjo una convivencia de musulmanes, judíos y cristianos y un gran desarrollo de la ciencia, la medicina y la filosofía. Se realizaron copias y traducciones de los pensadores griegos clásicos

La unidad del poder político y la creación del reino de España, se realizó a expensas de la expulsión de los judíos que habían habitado el territorio durante muchos siglos y de otras culturas, entronizó la Inquisición y centralizó el poder. Los nuevos dominios americanos abastecieron de metales preciosos a la metrópoli y permitieron tres siglos de bonanza económica. Las culturas indígenas soportaron la doble incidencia de la evangelización impuesta por la corona y la explotación de su fuerza de trabajo, lo que ocasionó la desaparición de muchas de ellas.

En el siglo XVIII comenzó la dinastía de los borbones que reorganizaron la administración del país y de sus dominios en América y gobernaron inspirados en los principios de la Ilustración.

Finalizada la dominación napoleónica, se sucedieron las luchas entre sectores liberales modernizadores y los absolutistas conservadores del orden tradicional.España resignó sus territorios americanos y asumió la pérdida definitiva de privilegio ocupó el escenario mundial.

El siglo XX España sumió una profunda crisis política, social y económica que la Primera Guerra Mundial no hizo sino agudizar. la dictadura de Primo de Rivera, busco frenar el avance de los reclamaciones obreras y autonomistas. El fin de la dictadura fue también el de la monarquía que la había apoyado y el comienzo de una nueva etapa republicana.

La Segunda República nació en medio de una serie de dificultades políticas y económicas de muy compleja resolución. Las divisiones internas de las fuerzas republicanas, la superioridad en armas y organización de las tropas leales a Franco, apoyadas por Alemania e Italia, fueron las claves para la victoria franquista de marzo de 1939. Finalizada la guerra civil, Franco se convirtió en el jefe del nuevo Estado español. Instauró un régimen autoritario, cercano al fascismo, con un modelo de Estado corporativista, de exaltación de la figura del líder y un nacionalismo exacerbado. Franco debió gobernar una sociedad polarizada con una economía prácticamente destruida por la guerra civil. Desde el comienzo de la Guerra Fría Estados Unidos intento convertir a España en un aliado seguro. En la década de 1960 Franco abrió las puertas del gobierno a otros grupos y movimientos. En esos años se incorporaron a puestos claves del gobierno numerosas figuras pertenecientes al Opus Dei (católicos conservadores) que modificaron la orientación económica del país.

La muerte de Franco colocó el poder en manos de su sucesor, el heredero de la corona española Juan Carlos I de Borbón, quien rápidamente inició negociaciones con la oposición para restablecer el sistema democrático. Adolfo Suárez, líder de la Unión de Centro Democrático (UCD), ocupó el cargo de primer ministro. En diciembre de 1978 se realizó la consulta popular que convirtió a España en una monarquía parlamentaria, restableció el libre accionar de los partidos políticos y garantizó el derecho de las distintas nacionalidades españolas a la autonomía. Numerosas figuras políticas, intelectuales y artistas pudieron regresar al país, en algunos casos después de cuarenta años de exilio.

Tras un periodo de accionar intenso, la ETA, organización separatista del País Vasco que propone la vía armada para alcanzar sus objetivos políticos, que sufrió duros reveses.