Finlandia

Antiguamente habitada por los lapones, fue ocupada por los suecos. Pedro El Grande de Rusia llegó a conquistar la parte del sudeste, la emperatriz Isabel ocupó otras regiones. Alejandro I conquistó enteramente el país y desde entonces Finlandia formó parte de Rusia con el nombre de Gran Ducado de Finlandia, conservando su Constitución sueca.

Aprovechó el movimiento revolucionario ruso para obtener su independencia y se declaró república el 17 de julio de 1919. Sostuvo una corta guerra con Rusia, que perdió, tuvo que ceder el territorio cercano a Leningrado, incluyendo el importante núcleo urbano de Viborg, pero al ser atacada Rusia por Alemania en 1942, Finlandia se unió a esta última nación con afán de desquite y, aunque al principio parecía haberlo logrado, tres años después tuvo que retirarse de la lucha con su economía destrozada habiéndose visto obligada a firmar un armisticio bastante duro.