El Bosque Mediterráneo
y la Dehesa


Flor de Jara Extremadura fue un bosque, y aún hoy, gran parte de su superficie está cubierta de bosques. Bosques de encinas en las llanuras. Bosques de alcornoques, quejigos y robles en, serranías y montañas. Bosques y matorrales mediterráneos, en múltiples y diversas variantes, según el relieve y los matices del clima.

La Ruta de los bosques y dehesas de Extremadura comienza por los frondosos y húmedos roblados del norte de la Región, entrando por el Valle del Jerte, camino de La Vera, en la abrigada solana de la Sierra de Credos, y, al oeste de la cordillera, la Sierra deGata.

A orillas del Tajo, el Parque Natural de Monfragüe encierra la muestra más representativa de la fauna y flora del bosque mediterráneo.

Monasterio de Yuste Desde las laderas de la Sierra de San Pedro, cubiertas de alcornoques y densos matorrales, la Ruta pasa a las llanuras del Guadiana, deteniéndose en el Parque Natural de Cornalvo y la Reserva Biológica de Las Dehesas, donde se conserva el paisaje extremeño más genuino: la dehesa, bosque abierto de encinas y alcornoques, dedicado al pastoreo. Al Sur, la Sierra de Hornachos, aislada en la llanura, es una muestra única de la vegetación extremeña.

Desde Guadalupe, la Ruta termina en los relieves de la Sierra de las Villuercas, que resumen la riqueza y diversidad de los bosques y matorrales de Extremadura.